Las estrategias de pérdida de peso basadas en dietas penalizantes y programas de ejercicio extenuantes no suelen funcionar. Una motivación adecuada es el punto de partida válido para lograr el éxito en el propósito de eliminar esos kilos de más, sin perder la cabeza...
El acto de comenzar a perder peso siempre debe ser gradual. Lo primero es empezar por uno o dos pequeños cambios que no representen un gran esfuerzo. Por ejemplo, el llevarse al trabajo las comidas de casa en lugar de comer en un restaurante. También está el tener a mano más alimentos saludables con poco contenido de grasa.
Cambiar la actividad
A la vez que se eliminan ciertos hábitos, también hay que reactivar otros. El ejercicio es tan importante, para perder peso y mantenerse, como los cambios en la dieta.Al incorporar nuevos hábitos a la rutina diaria, es importante que sean elecciones que puedan mantenerse durante toda la vida. El tomarse muy en serio el hecho de tener que perder peso es fundamental.
Comida y emociones
Es importante escribir un diario de comidas sin cambiar los hábitos alimenticios. Así se puede llegar a la conclusión de que se comen porciones más grandes y se pica entre horas más de lo que se pensaba en un principio.
Mandamientos para adelgazar
Lo primero, comer cuando se tenga hambre. Se tiene hambre física menos veces de lo que se piensa y se necesita comer menos para saciarla. También es importante comer sentado y en un entorno tranquilo. En el momento de comer tampoco hay que tener cerca distracciones. La sensación de saciedad sólo llega al ser consciente de que se está comiendo. Por supuesto, hay que comer lo que se quiera. Pronto se empezará a distinguir entre lo que se cree que se quiere y lo que el organismo realmente necesita.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
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